La obra que presentamos es una de las versiones que realizó Sarriegui para el proyecto del Santuario de Aranzazu en el año 1962.
Sarriegui había participado nueve años antes al ser invitado por el jurado para el primer concurso de la decoración del abside ganado por Pascual de Lara. No se trataba de un proyecto más, el santuario de Aranzazu ostenta gran simbolismo entre los vascos y el propio Oteiza sentía un enrome respeto hacia el santuario, afirmaba que era la unión entre el arte y la religión.
Junto con la simbología que para los vascos ostentaba Aranzazu por ser patrona de Gipuzkoa, destaca su importancia vanguardista ya desde la creación del edificio. Se trata por lo tanto de una apuesta de cambio, por la renovación y eso enorgullece a Sarriegui.
Para éste primer proyecto fueron invitados una decena de artistas como Néstor Basterrechea, Agustín Ibarrola, Jenaro Urrutia, Santiago Uranga, Juan Aranoa, Jesús Olasagasti y Pascual de Lara entre otros.
El proyecto presentado por Sarriegui fue considerado un trabajo "infame" fué considerado demasiado abstracto y no correspondia en aboluto al "espíritu tradiconal de la religiosidad vasca"
En 1962 , en la segunda ocasión que participa en el proyecto , Sarriegui se preparó a fondo, era un hombre de grandes convicciones religiosas y se documentó de forma extensa.
Su proyecto trató de contextualizar la mentalidad vasca sin olvidar que el régimen franquista ejercía una gran influencia en el poder eclesiástico. En este segundo proyecto el tema era un poco más abierto que en el primer concurso celebrado en los años de postguerra, aunque siempre presionando por temas con lenguajes figurativos y reconocibles. Se produjeron nuevas polémicas por el uso por parte de algunos de los artistas de temas vasquistas.
Posiblemente la obra que presentamos fué descartada por parte deSarriegui, ya que introdicía el tema vasquista y no cumplia con el canón establecido.
La obra presenta un "horror vaqui" de figuras presidida por la Santísima trinidad, Dios creador, Dios salvador y Dios santificador, ángeles, arcangeles, el pastorcillo Rodrigo de Balzátegui, apostoles, satos vascos, marinos, descubridores y colonizadores vascos.
Se representa también la rebelión de los ángeles contra los siete pecados capitales, los cuatro jinetes del apocalipsis de San Juan, el folklore vasco, el agro vasco y sus estaciones, la industria pasada vasca, el comercio, la minería, la agricultura etc....
Procedencia : Familia del pintor
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